Cuando termina una relación quedan muchas heridas abiertas. Es tan grande el dolor que no sabes donde duele... se oprime el pecho, te late el corazón, se cierra tu garganta, sientes un inmenso vacío y no sabes ni donde... en tu estomago, en el alma? Es difícil tratar de explicar lo que sientes... hay momentos en los que de tanto dolor, no sientes nada... estas como anestesiada, ausente, nada te interesa, cuando conversas con tus amigas o en el trabajo, tu mente anda en otro lado, logras ver como mueven sus labios, pero no entiendes ni escuchas nada, y si algo logra salir de tu boca son apenas unos monosílabos y no te enteras ni de lo que dijiste. Intentas no pensar, pero es imposible, tu mente te traiciona, no te obedece, no hace mas que recordarte todos esos momentos que pasaste con él y te preguntas mil veces si solo tu sientes eso, si él no recuerda nada, si para él no significo nada... odias pensar que ese sentimiento solo estuvo en ti, en tu mente, y te preguntas porqué?, porqué?, porque? una y mil veces, luego como algo irónico, empiezas a fantasear, tu traviesa y perversa mentecita se le ocurre pensar de la siguiente manera...
-estoy segura que el esta pasando por lo mismo, también el sufre por mi, (ajá) me recuerda, me extraña... hum...
desafortunadamente mientras tu te auto infliges un castigo, lloras como Maria Magdalena por todos los rincones, el susodicho ya anda suelto en plaza buscando otra suculenta victima.
No digo que siempre sucede eso, pero la mayoría de las veces es así, solo a nosotras las mujeres nos gusta regocijarnos en nuestro dolor, ellos no hacen tanto drama en sus vidas.
Lo cierto amigas y amigos es que cuando acaba el Amor, la pasión o el sentimiento ya no hay nada, no queda nada, DUELE es verdad, pero todos pasamos por eso, nada es para siempre y hay que soltar, hay que dejar ir para seguir avanzando en nuestras vidas.
El Amor acaba pero la vida continua y tienes que soltar para volver AMAR.
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