No es soberbia... es amor,
poder decir Adiós.. "es crecer"
Cuando termina una relación, queda una gran herida abierta, se siente un dolor tan grande, que no sabes donde duele, se oprime el pecho, se acongoja el corazón, sientes un inmenso vacío en la boca del estomago, quizá es en el alma en realidad, es difícil explicar toda esa gama de sentimientos, hay momentos en los que de tanto dolor, no sientes nada, estas como anestesiada, ausente, nada te interesa, hasta el hambre se te quita, pero en otras ocasiones, te da por comer, comer, comer tratando de llenar ese gran vacío que sientes en el interior.
Y que decir cuando tienes que ir a trabajar, aunque no quieras saber nada del mundo exterior, tienes que juntar fuerzas donde no hay y salir, dar la cara a la sociedad, fingir que no pasa nada, saludas, sonríes, (o al menos eso es lo que tratas de hacer, aunque en su lugar sale una desfigurada mueca en forma de sonrisa) conversas o haces como que escuchas lo que dicen, aunque tu mente esta en otro planeta, vez que mueven sus labios, que ríen, y solo logras imitar lo que hacen los demás... estas sin estar, mientras en tu interior, ruegas al cielo que nadie se de cuenta, intentas bloquear tu mente, no pensar en nada, pero es imposible, tu mente te traiciona, no te obedece, no hace más que recordarte a cada segundo esos momentos que pasaste con él, (o ella) y te preguntas mil veces, si solo tú estas pasando por eso, tu mente te juega una cruel broma imaginándolo con otra persona, sonriendo feliz y pasándola de lo lindo, mientras tú... sumida en lo más profundo del inframundo... en otras ocasiones quieres pensar que el sufre igual que tu y te consuela la idea de que sufre, de que te extraña, de que ambos están pasando por lo mismo, pero desafortunadamente la mayoría de las veces nuestro pequeño y travieso cerebro nos engaña y nos dejamos engañar por que eso mitiga un poco nuestro dolor.
Lo cierto es que cuando todo se acaba, es por que ya no hay nada, no queda nada, duele es verdad, todos pasamos por ello en algún momento de nuestra vida... Terminar una relación, siempre duele, y no por amor... "el amor no duele", duele el rechazo, duele la traición, duele la decepción, duele el apego, duele el orgullo y las altas expectativas que nos formamos. Cuando aprendamos a amar sin apegos, tal vez entonces, ya no nos duela tanto, decir adiós...